fotografía de familia en agua amarga

Hace poco tuve una sesión de fotografía de familia en Agua Amarga maravillosa que, sin saberlo, me llevó a redescubrir los encantos de este pintoresco pueblo. Esta experiencia no solo enriqueció mi trabajo como fotógrafo de familia, sino que también me dejó valiosas enseñanzas sobre la importancia de la libertad y la confianza durante una sesión de fotos.
La familia estaba compuesta por dos hijas, una mayor que la otra. Venían de comer fuera y las niñas no habían podido echar siesta, con lo que ya sabemos, suelen estar algo más irritables. Con la pequeña, Candela, solucionamos un poco con mamá dándole el pecho, pero la mayor, Paloma, se sentía muy presionada a posar cuando sólo le apetecía dormir. Me di cuenta rápidamente de que forzar poses y sonrisas no sería apropiado; lo único que tenía que hacer era dejarle su espacio y cambiar de ubicación.

Agua Amarga es un lugar lleno de belleza natural y tranquilidad, un entorno perfecto para una sesión de fotos familiar. Las fachadas blancas, las flores coloridas y el mar en el horizonte creaban un telón de fondo ideal. A medida que avanzábamos, los padres me contaban historias del pueblo y de su amor por este rincón especial de Almería. Sus hijas, mientras tanto, se iban relajando ya sin la presión de tener una cámara delante.

Uno de los aspectos más destacados de esta sesión fue la segunda parte en la playa. Las niñas, con libertad total para ser ellas mismas, comenzaron a interactuar con sus padres y la arena de una manera tan natural y auténtica que me recordó por qué es crucial no aleccionar a los niños durante una sesión de fotos. Cuando se sienten presionados o forzados a comportarse de cierta manera, su espontaneidad se desvanece. En cambio, al darles libertad, se dejan llevar y revelan su verdadera esencia, resultando en fotografías que capturan su genuina felicidad y carácter.
Esta experiencia también subrayó la importancia de la confianza entre el fotógrafo y la familia. Los papis de Candela y Paloma confiaron plenamente en mi visión y en mi método de trabajo, lo que permitió que todos nos relajáramos y disfrutáramos del momento. Sin la tensión de tener que cumplir con expectativas rígidas, la sesión se convirtió en una experiencia divertida y relajante para todos. Nos desconectamos de todo por un rato, y ese ambiente de tranquilidad se reflejó en cada imagen.

En resumen, mi día con esta familia en Agua Amarga fue una experiencia enriquecedora que reafirmó mi enfoque hacia la fotografía familiar. La libertad y la confianza son elementos esenciales para capturar momentos auténticos y llenos de vida. Espero seguir encontrando familias que, como ellos, estén dispuestas a dejarse llevar y disfrutar del viaje tanto como yo disfruto capturando esos momentos únicos.

Gracias Paloma por la paciencia y por tener una sonrisa a pesar de los nervios iniciales. Tienes una familia encantadora y un pueblo precioso!

Si estás buscando una sesión de fotos en la que puedas relajarte, desconectar y simplemente ser tú mismo junto a tu familia, no dudes en contactarme. Juntos, podemos crear recuerdos inolvidables en los rincones más bellos de Almería.